La crisis económica y el asesoramiento técnico
Lunes, 14 de Mayo de 2012Tradicionalmente los 4 grupos que principlamente consumen asesoramiento técnico: Administración, Constructores, Promotores y la propia Comunidad Técnica, han venido demandando proyectos bien por la necesidad de desarrollar una idea o bien por imposición normativa (es el caso de los típicos proyectos de legalización).
La actual crisis económica está motivando que los encargos típicamente ingenieriles (aquellos que pasan porque un emprendedor transmita una idea, para ser posteriormente estudiada, desarrollada y plasmada en un documento técnico) estén en vías de extinción. No es el caso de los proyectos útilizados únicamente como moneda de cambio legal. Es decir, aquellos trabajos, que en ocasiones ya están ejecutados o que únicamente sirven para salvaguardar responsabilidades.
Evidentemente no se puede omitir la realidad y hay que afrontar con responsabilidad el hecho de la penuria de algunos de estos trabajos, así como el ambiente negativo que crea el cliente cuando viene a visitarte desde la imposición.
Para sobrevivir y no morir en el intento, hoy más que nunca, hay que proporcionar valor añadido al servicio.
¿Cómo se puede proporcionar valor añadido?
Bajo nuestro punto de vista la clave radica en conseguir la CONFIANZA del cliente. Hay clientes más fáciles y otros más complicados pero lo que está claro es que los profesionales de la CONSULTORÍA TÉCNICA no estamos preparados ‘de serie’ para transmitir confianza. Es decir, somos (o hemos sido) prácticos y lo práctico es tajante, y lo tajante no imprime confianza.
Para transmitir confianza hay varios mecanismos, pero sin duda el más rápido es justificar de forma precisa que la contratación de un profesional técnico genera valor económico. Poder ser útil a un cliente en los tiempos que corren es lo más parecido a desarrollar un buen proyecto; y como los buenos proyectos escasean, deberemos alimentarnos de utilidad.
En resumen la CONFIANZA pasa por el grado de UTILIDAD que prestas a un cliente. Y en CONSULTORÍA TÉCNICA eres ÚTIL cuando sintetizas; es decir, cuando analizada la información que proporciona el cliente estudias y valoras todas las opciones pero sólo desarrollas la que mejor combina EFICIENCIA ENERGÉTICA, FUNCIONALIDAD y RENTABILIDAD.
El FEEDBACK del valor añadido pasa por seguir la ejecución del proyecto, la puesta en marcha, los ajustes y el funcionamiento a régimen. De esta manera retroalimentas información para futuros proyectos, analizas desviaciones respecto al planteamiento inicial y en definitiva refuerzas la confianza con tu cliente.